jueves, 14 de mayo de 2015

¿Me haces un favor?

Está bien pedir consejos y segundas opiniones. Está bien contrastar opciones, medir sus pros y sus contras y pegarse una hostia si es preciso para aclararse aún más. Está bien seguir el instinto, hacer lo que a uno le pide el cuerpo, hacer lo que se quiere y mandar a la mierda el deber.

Pero no está bien dar consejos cuando nadie te lo ha pedido, ni aunque sea para ayudar porque no hay nada más confuso como tratar de ayudar a quien anda perdido, muy perdido por la vida; a quien ha perdido el punto de referencia al que volver, a quien ya no se deja deslumbrar ni por estrellas fugaces porque en su interior reina la oscuridad, ni a quien quiere permanecer escondido ajeno a todo aquello que le provoca tristreza, dolores de cabeza y quedarse despierto hasta las 2 a.m. con los ojos como platos luchando contra la extenuación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario