martes, 17 de febrero de 2015

Todo lo que no sabemos

Dicen que las primeras impresiones son las que cuentan, que cuando nos presentan por primera vez a alguien podemos intuir ya no sólo cómo es esa persona, por su forma de vestir, hablar, moverse o mirar; sino que enseguida percibimos cómo nos va a caer.  



Muchas veces es algo irracional e inexplicable, pero es el detonante para pensar que fulanito no me cae bien; no me ha hecho nada pero hay algo en él que no me convence. E inevitablemente puede surgir el prejuicio y la desconfianza.

Cuando conoces a personas que siempre tienen una respuesta para todo, que saben de absolutamente todo y que se creen por encima del resto; este tipo de comportamiento sólo puede denotar la más absoluta de las ignorancias y provocar rechazo o indiferencia. Suele tratarse de seres faltos de humildad e hinchados de ego, que se retratan no por todo lo que saben, (o dicen y hacen creer saber al resto) sino por todo lo que son incapaces de saber. 

Porque hay personas que saben hablar, pero muy pocas que sepan escuchar. Porque escuchar va más allá de oir, y no hace falta que subas la voz, no es una cuestión de decibelios. Todos queremos sentirnos queridos, pero no sabemos dar, no sabemos recibir, no sabemos dejar una relación a tiempo, antes de que destruir todo lo que construimos un día; no sabemos perdonar, ni perdonarnos a nosotros mismos; no sabemos pedir perdón, ni dar las gracias (si no es con la boca pequeña). 
No sabemos escoger y ante la duda que nos escojan. No sabemos dar sin pedir nada a cambio. No sabemos estar solos, no sabemos aburrinos, no sabemos disfrutar de las pequeñas cosas, esas que no valen un duro y que te reconfortan por dentro. No sabemos lo que queremos, pero por si acaso lo buscamos. No sabemos querernos y exigimos que nos quieran. No sabemos ser distintos, ni aceptamos que los demás lo sean. No sabemos cambiar de opinión pero queremos que los demás se retracten. 

Hay tantas cosas que no sabemos...

Pero sabemos mucho de fútbol, de economía y del Ibex-35. Sabemos hablar de política y sabemos que la crisis no se ha ido. Sabemos mandar emoticonos cariñosos por whatsapp, sabemos lavar nuestra conciencia participando en carreras solidarias. Sabemos quiénes están nominados esta semana en Gran Hermano, y que el pijama de Belén Estaban está agotado en El Corte Inglés. Sabemos que esta primavera verano se llevará el estilo folk, y que menganita a dejado a su novio para irse con su ex y que además lleva un vestido de doce euros comprado en las rebajas de zara.
 
Sabemos demasiadas cosas que nos alejan de todo lo que no sabemos y que necesitamos saber.

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