Vivimos tiempos convulsos e inciertos. No he descubierto nada nuevo, lo sé. Esta nuestra era, es la más avanzada con respecto a las anteriores que conocemos; antes ninguna otra civilización había logrado los avances tecnológicos, industriales o médicos que hoy conocemos y disfrutamos.
Pero todas estas mejoras son insuficientes y no nos sirven para encontrar el sentido de la vida posmoderna que nos ha tocado vivir, y por eso nos introducimos en espirales, en muchos casos autodestructivas, inducidos y amparados por una sociedad despiadada cada vez más inhumanizada y mercantilizada de la que todos irremediablemente formamos parte.
Todo tiene un precio -hago un inciso para contradecirme a mí misma, y añadir que paradógicamente, al contrario de lo que los señores publicistas quieren hacernos creer, es a través de todo lo que no se compra dónde mayores cotas de felicidad y placer alcazaremos -que hay que pagar por formar parte de esta sociedad esclava de modas absurdas con consecuencias desastrosas.
He aquí una pequeña muestra de patologías digitales que bien podría clasificarse de numerus apertus, en continua transformación y expansión en consonancia con la rapidez con la que aparecen.
-Nomofobia: ¿sufres ansiedad cuando sales sin el móvil? entonces padeces de nomofobia (no mobile- phone phobia). Los niveles de ansiedad de las personas que lo sufren se disparan al verse desprovistos de sus tan preciados artilugios digitales por la sensación de estar "aislados" de las posibles llamadas o mensajes de familiares y amigos. Un simple olvido o pérdida que puede provocar miedo y angustia.
-Fomo: es el miedo a perderse algo (Fear of Missing Out). Es un deseo y necesidad constante de permanecer conectados con todo lo que hacen los demás todo el tiempo y perdernos lo que tenemos enfrente. Ir a un concierto y no disfrutarlo porque estás más pendiente de hacerte un selfie y de tener 3G para subir la foto a tus redes sociales, o esquivar un flechazo en plena caller por ir leyendo tu timeline.
Suele combinarse con la nomofobia.
Algunos de sus síntomas van desde la búsqueda constante de wifi,
comprobar constantemente el nivel de porcentaje de la batería así como
ir provistos de baterías de recambio o buscar un enchufe donde poder
recargarlas, además de tener el móvil siempre a mano para poder consultarlo en
cualquier momento.
Aquí tienes un test para comprobar u nivel de fomo.
-Phubbing: El “phubbing” (término formado a partir de las palabras inglesas phone y snubbing- teléfono
y despreciar-) consiste
en ignorar a quien tenemos enfrente centrando nuestra atención en
nuestro smartphone y actualizar el perfil de facebook, fotografiar la
comida del plato para compartirla en instagram, jugar una partida al candy crush o
contestar mensajes de whatsapp.
Para evitar estas situaciones, tan molestas como cotidianas, ha surgido todo un movimiento anti-phubbing que ofrece alternativas como por ejemplo ir a comer a un resturante y que
todos los comensales dejen sus queridos smartphones sobre la misma y el
primero que coja el suyo será el encargado de pagar la cuenta…
-Vibranxiety: Vas por la calle y escuchas el silbidito de haber recibido un nuevo mensaje, revisas tu smartphone y resulta que no, que no has recibido nada; o has notado que el móvil vibraba y luego has comprobado que no lo hacía... entonces sufres de vibranxiety u obsesión o por el sonido o vibración del móvil.
-Whatsappitis: Consiste en un uso abusivo de tan famosa aplicación hasta el extremo de provocar dolor en falanges y muñecas o tensión ocular.
- Adicción a las redes sociales: sensación de vacío que nos provoca no saber lo que ocurre en nuestras redes sociales durante periodos de tiempo en los que no estamos on line.
-Transtorno de identidad disociativo: Es la dificultad de distinguir entre lo que ocurre en la vida real y en la vida virtual causando una profunda confusión en las personas que lo sufren.
Creo que sufro todas y cada una de estas patologías, me automedicaré como viene siendo habitual, con una pastillita de estas:
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